Crea buenos espacios para crear
¿A qué te dedicas? En realidad importa poco. Todos los trabajos, en mayor o menor medida, tienen la tarea final de crear. Crear letras, crear números, crear nuevos objetos, darles vida. Mira a tu alrededor. ¿Te sientes cómodo? Igual, justo, al leer estas palabras, te acomodas nerviosamente en la silla. Y es que lo que nos rodea interfiere también activamente en nuestra labor de crear, es importante contar con un buen banco de trabajo para taller si estás en fábrica, o una mesa amplia con cajonera si estás en oficina, un poco para cumplir esa consabida frase que seguro has escuchado durante la adolescencia: “ten ordenadas tus cosas y tendrás ordenada tu mente”.
Es así. Cuanto más tengamos ordenado el espacio en el que trabajamos, más cómodos estaremos y mejor haremos nuestra tarea. Y si no, puedes hacer la prueba. Si estás en oficina debería ser relativamente fácil. ¿Qué es lo que necesitas para trabajar? ¿El ordenador? ¿Necesitas un cuaderno cerca para apuntar? ¿Tiene que estar encima de la mesa? Puede, por qué no, quizá así es más cómodo. Pero seguro que no es necesario el resto de cosas. ¿Por qué veinte bolis cuando sólo utilizas uno? ¿Por qué papeles de temas en los que no estás trabajando, que ya han sido cerrados o que te ocuparás de ellos la semana que viene? Tómate sólo cinco minutos para despejar tu espacio. Ten cerca sólo y exclusivamente lo que necesites en este preciso instante. ¿No es más fácil? ¿No te sientes más ligero?
Esto no es nada nuevo. Hace ya varios años que los psicólogos ven clara la correlación entre la atmósfera de trabajo y el rendimiento y productividad. La atmósfera tiene que ver con los miembros del equipo y el ambiente que se respire, pero también con cosas más precisas como el orden de tu mesa o escritorio, la luz – siempre se aconseja luz natural – e incluso algo tan etéreo como olores o colores.
Existen, aunque nos parezca mentira, colores con los que reaccionamos de una forma u otra. Por ejemplo, el color azul reporta serenidad y es uno de los más indicados para los espacios de trabajo. El rojo, por el contrario, ansiedad y estrés. Esto no es una ciencia exacta y cada persona reaccionará de un modo u otro, pero en líneas generales es algo más o menos así. Como en las tiendas de moda, en muchas de ellas, ponen la música muy alta y con mucho ritmo porque, de alguna manera, nos incitan a comprar.
Mucho tienen que decir de todo esto ciencias o movimientos orientales como el feng shui, si queremos seguir profundizando en la materia. Pero lo que está claro es que la persona que está desarrollando un trabajo no es impasible a los estímulos externos que recibe en el proceso de llevarlo a cabo, y una misma tarea la podrá desarrollar con distintos resultados dependiendo del día, del tiempo, de cómo haya ido el resto de la jornada, de si son las diez de la mañana o las seis de la tarde o de, también, si su mesa de trabajo le es cómoda o no o si le produce estrés y desorden. A trabajar.
Autor del Artículo / M.P.
Imagen de Portada / Pixabay.com