
¿Cuándo es aconsejable solicitar un pequeño préstamo?

Con una buena planificación, un pequeño crédito puede sacarnos de más de un apuro sin asumir riesgos.
Unos años antes de la crisis económica hubo mucha gente que solicitaba créditos cuantiosos para cosas innecesarias y con un elevado interés. De estas personas, con la reducción del poder adquisitivo, hubo muchas que no pudieron hacer frente a sus pagos y los créditos pasaron a concederse con mucha más cautela por parte de empresas y entidades bancarias, a la vez que la gente empezó a temerlos.
No obstante, un crédito pequeño y de rápida devolución, que cubra el importe justo para hacer frente a un imprevisto, puede resultar un ahorro comparado con las condiciones de financiación de algunos servicios. También puede ser una forma rápida y cómoda de sortear un bache puntual.
La vuelta al cole, una muela que empieza a doler y requiere endodoncia o implante, una avería o un mal mes de facturación en el caso de los autónomos pueden darnos un buen susto y algún quebradero de cabeza. Nos encontramos con que de repente necesitamos un extra para ahora mismo y nuestro presupuesto mensual no nos permite afrontarlo. Si no se disponen de ahorros, es el momento de estudiar si es ventajoso solicitar un microcrédito y con quién.
Credy es una empresa en la concesión de pequeños créditos, de hasta 700 euros para nuevos clientes, con tiempos de devolución muy cortos, oscilando entre el día y un mes. Así pueden ofrecer unos intereses por el préstamo bajos, que hacen que solicitar un crédito bajo estas condiciones suponga un ahorro frente a las condiciones de financiación que ofrecen algunas empresas en la venta de sus productos a plazos. Además Credy estudia los casos de solicitudes de estos mismos créditos cuando proceden de personas que figuran en las listas ASNEF o RAI, concediéndolos a la mayoría de solicitantes que cumplan unos sencillos requisitos.
Habrá quien se pregunte cómo hacía antes la gente para afrontar los pequeños baches económicos que pueden sorprender a cualquier ciudadano, más cuando es familia numerosa. En los tiempos en los que una persona podía pasar toda su vida trabajando para una misma empresa se podían solicitar adelantos de la paga extra, incluso de la paga mensual en el caso de pequeñas empresas y trabajadores de confianza. Hoy en día los contratos indefinidos no son habituales y mucho menos esa fidelidad a una empresa, por lo que ya no se acostumbra a conceder ese voto de confianza a los empleados. Por no hablar del caso de personas paradas o con empleos estacionales.
Luego, ante un mismo problema, la solución debe ser diferente a la de hace unas décadas. Los créditos cuantiosos o con un largo plazo para su devolución suelen estar gravados con intereses elevados que los hacen poco recomendables para situaciones puntuales como las que se han enumerado antes. Puntuales, pero también frecuentes. Para ellas es cuando un crédito puede ser la mejor solución. También para hacer frente a posibles impagos cuando se espera un ingreso de dinero casi inmediato, precisamente para no pasar a figurar en las listas de morosos, que pueden cerrarnos bastantes puertas.