
Financiación alternativa para empresas

La financiación empresarial estaba tradicionalmente relegada a las entidades bancarias. La aparición de la financiación alternativa surge como una renovación del sistema al margen de la banca clásica. Hoy existen empresas especializadas en servicios de financiación alternativa, inversores y modalidades muy diversas. Con el paso de los años ha habido un cambio de paradigma y podríamos decir que hoy las instituciones financieras privadas se han hecho con una parte importante del mercado y no mantienen ningún tipo de dependencia con los bancos.
Dentro de España, esta modalidad de financiación ha crecido de una forma acelerada hasta el punto de que se produzca un desplazamiento de la banca tradicional. Pero, ¿por qué ha ocurrido esto? En realidad, este nuevo sistema proporciona servicios similares a los bancos pero lo hacen de una forma más ágil y simplificada. En la mayoría de los casos sin procesos burocráticos dilatados. Muchos empresarios no cumplen los requisitos exigidos por el sistema financiero tradicional y esta es una de las razones de su auge. La financiación alternativa cubre un vacío que la modalidad tradicional no puede llenar.
Algunas de las opciones que han tenido una especial acogida entre las empresas españolas se basan en una variante de financiación que recibe el nombre de ‘Crowd’. Se trata de grupos de pequeños inversores que proporcionan servicios financieros a empresas bajo diferentes modalidades. Algunos de los Crowd más conocidos son el Crowdlending, el Crowdfunding de recompensa o el Equity Crowdfunding.
A partir del Crowdlending se pueden formalizar préstamos a empresas y proyectos a partir de las aportaciones de un grupo de pequeños inversores que en muchos casos generan cuantías masivas. Cada uno de los componentes hace una inversión y a partir de ella percibe una serie de intereses. En el Crowdlending es la empresa quien establece la fecha de amortización previo acuerdo con los inversores.
El Crowdfunding o Micromecenazgo funciona a partir de redes de financiación colectivas. Se organizan a partir de numerosas plataformas online desde donde particulares y empresas hacen inversiones destinadas a la financiación de proyectos. Existe también una variante conocida como Equity Crowdfunding en la que un pequeño grupo de inversores financian a pymes a cambio de una participación dentro de las empresas. Los emprendedores proponen sus proyectos y son los inversores quienes valoran la rentabilidad de la inversión.
Además, también existen empresas privadas que ofrecen soluciones de créditos y microcréditos que a menudo se pueden gestionar íntegramente online y en cuestión de minutos.
Con el tiempo, esta evolución ha dado paso a una variedad de soluciones más diversificada. El descuento de pagarés para la obtención de liquidez es un ejemplo de ello.
La rapidez de estos servicios constituye uno de sus principales reclamos. A partir de operaciones que se desarrollan íntegramente online, las solicitudes pueden tramitarse en cualquier momento y desde cualquier lugar. Por otro lado, su flexibilidad permite que los productos financieros alternativos se adapten a las necesidades de cada empresa y autónomo. De forma intuitiva y sencilla los propios clientes pueden establecer variables como el importe a financiar o el plazo de amortización.