Los envíos de dinero, un pilar que vuelve más inclusiva la nueva economía global
Todos somos conscientes de que vivimos en un mundo cada vez más global, en que movernos por todo el planeta resulta cada vez más fácil y en que podemos interactuar con personas y comprar productos de casi cualquier país de forma fácil, y, a menudo, a través de dispositivos que llevamos todo el día en nuestros bolsillos.
El colectivo migrante es además uno de los más conscientes de esa globalización, porque explica muchas veces su decisión de abandonar sus países de origen pero a la vez les permite estar más conectados que nunca con esas raíces que tanto extrañan.
En esa red de interconexiones que hace posible ese mundo global, los envíos de dinero juegan un papel fundamental, porque amparan precisamente esas transacciones entre lugares remotos, y permiten a mucha gente destinar una parte de sus ingresos a personas que están en ocasiones a cientos de miles de kilómetros de distancia.
Las empresas de envío de dinero, como Ria Money Transfer, tienen una gran responsabilidad para que el sector de las remesas no deje de crecer año tras año. Solo en 2018, se enviaron en todo el mundo casi 605.000 millones de euros en remesas en todo el mundo, según datos del Banco Mundial.
Esa cifra fue además casi un 9% superior a la del año anterior, y en los próximos años seguirá aumentando y en 2021 podría superar de hecho la barrera de los 680.000 millones.
De este importe, más de un 77% tiene como destino países en vías de desarrollo, en que estas transferencias son importantísimas no solo para su Producto Interior Bruto y sus economías, sino, sobre todo, para las vidas cotidianas de millones de personas que, de otro modo, no podrían hacer frente a sus gastos más esenciales, o que en ocasiones las utilizan para emprender y optar a un futuro mejor.
El propio secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha reconocido recientemente el papel fundamental de las remesas al recordar que “son tres veces mayores que las ayudas oficiales para el desarrollo y superan en muchos países a la inversión extranjera directa”.
200 millones de migrantes
Otra prueba de la relevancia de las remesas es que, según Naciones Unidas, los más de 200 millones de trabajadores migrantes que hay en el mundo contribuyen con sus envíos de dinero al bienestar de 800 millones de familiares. Esa contribución, de nuevo según la ONU, sirve para crear un futuro de esperanza, porque la mitad de estos flujos se dirigen a las áreas rurales donde se concentran la pobreza y el hambre.
Pero Naciones Unidas lleva ya mucho tiempo combinando estos mensajes sobre la importancia de las remesas con acciones concretas para que sus efectos sean todavía más beneficiosos, y cuenta para ello con el apoyo y complicidad de compañías como Ria, que facilitan el envío de dinero a un precio asequible y a todas partes del mundo.
La reducción del coste de las remesas es de hecho uno de los sub-objetivos del décimo de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODSs) con los que la ONU quiere cumplir su Agenda 2030. Bajo el título ‘Reducción de las desigualdades’, ese ODS considera que unas remesas más competitivas “puede aumentar sustancialmente los ingresos disponibles para las familias que las reciben”.
Las remesas son y seguirán siendo uno de los pilares de la globalización que más contribuye a una mejor redistribución, y, en definitiva, a un mundo mejor. Por ello, debemos luchar por alcanzar uno de los objetivos de la ONU, bajar el precio de las remesas a 3% a través del apoyo a las empresas como Ria que oscilan ya muy cerca de este parámetro.