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No soplar en control de alcoholemia

No soplar en control de alcoholemia

El control de alcoholemia es una medida que usan las autoridades para evitar que las personas en estado de embriaguez puedan causar o tener un accidente de tráfico. Sin embargo, las pruebas de alcoholemia generan siempre controversias.

En muchas ocasiones ocurre que cuando se solicita a los usuarios que soplen en un control de alcoholemia se produce una negativa. Sin embargo, no soplar en control alcoholemia puede provocar problemas.

Realmente negarte a soplar en un control de alcoholemia puede ser considerado como un delito.

Consecuencias de no soplar en control de alcoholemia

La negativa a soplar en un control de alcoholemia tiene sus consecuencias y su repercusión. Es algo que debes saber y tener en cuenta antes de tomar cualquier decisión o dar una respuesta.

Te contamos cuáles son las consecuencias y los aspectos que debes tener en cuenta.

Es más grave negarse

La negativa a soplar en un control de alcoholemia puede tener consecuencias incluso más graves que el propio hecho de conducir con un cierto nivel de alcohol en sangre. De hecho, la negativa a colaborar en el control supone una pena de prisión entre 6 y 12 meses. De igual forma, se puede retirar el carné durante un plazo entre uno y cuatro años.

En el caso de la conducción con altos niveles de alcohol, los años de cárcel pueden ir de 3 a 6 meses o tener que pagar multas de 6 a 12 meses.

Fingir también se considera delito

Tan delito es negarse a hacer la prueba como fingir que no se tiene capacidad de soplar. En el caso de que no soples lo suficiente y se sospeche que la persona está fingiendo no poder soplar, también será considerado un delito.

En algunos casos conlleva una multa administrativa solo

Hay situaciones en las que negarse a soplar en un control de alcoholemia no implica pena de cárcel sino multa de tipo administrativo. Esto viene regulado en el Reglamento General de Circulación.

Las situaciones en las que esto ocurre son varias. Cuando nos paran en un control de alcoholemia, tras haberse producido un accidente de tráfico, ante síntomas claros de que se ha consumido alcohol o bien cuando el conductor del vehículo haya sido denunciado por infringir alguna norma.

También es delito la segunda prueba

Suele ser habitual que en las pruebas de alcoholemia se hagan dos pruebas. Esto ocurre con un intervalo de unos 10 minutos entre una y otra. Negarse a realizar la segunda prueba cuando la primera ha dado negativa también se considera un delito.

Sin duda, debes tener en cuenta que hacer las pruebas de alcoholemia es algo importante y que forma parte de un protocolo legal al que tienes que someterte tanto si quieres como si no.

De hecho, es relevante que colabores en esos aspectos para que evites tener ningún problema con las autoridades. En caso contrario, no solo puedes someterte a penas de prisión, sino que, además, tienes que asumir la retirada del carné de conducir durante un periodo importante.

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