¿Qué tienen en común los depósitos bancarios más rentables?
Las personas que buscan una mayor rentabilidad por su dinero sin que ello represente un riesgo significativo para su capital, encuentran, en los depósitos bancarios, una opción segura y viable. Estos productos, además, generan otros importantes beneficios como liquidez inmediata, poca complejidad en el momento de contratarlos y una mayor protección al estar garantizados hasta 100,000 euros gracias al Fondo de Garantía de Depósitos. De esta forma, los depósitos bancarios son muy solicitados por el ahorrador tradicional quien siempre está en búsqueda de alternativas para lograr rentabilidad sin volatilidad.
Los depósitos bancarios le permiten al ahorrador invertir su dinero en una entidad financiera a cambio del pago de unos intereses previamente establecidos. Esa es la principal característica de estos productos: es posible conocer, desde el principio, cuál es la rentabilidad que va a generar en el momento en que se decida retirar el dinero. Con los depósitos bancarios, los usuarios deciden la cantidad de dinero a depositar y el plazo de tiempo en que desean hacerlo. Pueden, además, elegir libremente aquella entidad que les ofrezca mejores condiciones en cuanto a respaldo y rentabilidad por el depósito de su dinero.
Los depósitos bancarios le permiten al ahorrador invertir su dinero en una entidad financiera a cambio del pago de unos intereses previamente establecidos.
Básicamente, los depósitos bancarios están agrupados en dos tipos y la conveniencia entre uno u otro va a depender, en gran medida, de las expectativas que tenga el ahorrador y la cantidad de dinero con el que disponga para depositar. Así, los usuarios pueden optar por los depósitos bancarios a la vista, que representa la forma de ahorrar más tradicional y son muy utilizados debido a que permiten disponer del fondo depositado en cualquier momento, sin ningún tipo de penalización. También están los depósitos bancarios a plazo, que están sujetos a un tiempo previamente pactado, sin que el ahorrador pueda disponer de su dinero. A cambio, el usuario recibe una rentabilidad mucho más alta. Existen otras categorías de depósitos, como los estructurados o los de intereses variables, que cuentan con un nivel mayor de complejidad.
Son distintos los factores que influyen en el momento de determinar la rentabilidad de los depósitos bancarios. Las entidades bancarias establecen la tasa de interés de acuerdo con disposiciones del Banco Central y la cantidad de ahorradores que están dispuestos a depositar su dinero. De esa forma, ofrecen tasas de interés atractivas y una serie de beneficios adicionales para captar a la mayor cantidad de ahorradores. Algunas entidades, como el Banco Mediolanum, ofrecen distintas opciones de ahorro con tasas por encima de la media del mercado. El tiempo de permanencia también es un factor que determina la rentabilidad que se obtiene por los depósitos: a mayor tiempo, más interés ganado.
Con el fin de garantizar un buen nivel de rentabilidad, es preciso que los ahorradores tomen en consideración algunos aspectos importantes. El primero es analizar la Tasa Anual Equivalente – TAE ofrecida por la entidad financiera, que va a determinar cuánto va a ganar el usuario por el dinero depositado. El segundo aspecto a considerar es el tiempo de permanencia: si el ahorrador no tiene la necesidad de disponer del dinero en el corto plazo, lo más conveniente es optar por un depósito a plazos ya que éste le permitirá obtener una mejor tasa de interés para sus ahorros. El respaldo de la entidad financiera también es algo a tener en cuenta; de esa forma, el usuario tendrá la tranquilidad de dejar su dinero en buenas manos.