¿Salen perjudicados los ‘millennials’ por miedo a utilizar las tarjetas de crédito?
Según los datos facilitados por el Banco de España, actualmente, en nuestro país hay más tarjetas en circulación que habitantes; concretamente, al cierre del primer trimestre de 2017 había 49,88 millones de tarjetas de crédito (y otras tantas de débito) frente a los 46,56 millones de ciudadanos que tiene nuestro país.
No obstante, aunque la cantidad de “plásticos” en circulación aumente cada año en España, parece que la generación “millennial” siente cierto temor a utilizar tarjetas de crédito por miedo a sobreendeudarse.
Tanto es así que, según los datos facilitados por el Departamento de Investigación de Merca 2.0, el 35,5 % de las mujeres y el 38,4 % de los hombres pertenecientes a esta generación prefieren realizar los pagos con dinero en efectivo, tanto a la hora de realizar una compra como en el momento de hacer un pago.
Ventajas y peligros de las tarjetas de crédito
Como indican desde el comparador de tarjetas HelpMyCash, la clave a la hora de disponer de una tarjeta de crédito reside en que conozcamos sus características en profundidad (costes, modalidades de pago, descuentos y promociones, etc.) y, sobre todo, en que seamos responsables con su uso. Es decir, que, aunque nos permitan disponer de dinero a crédito, no lo utilicemos si no estamos seguros de poder reembolsarlo y cumplir con las condiciones de financiación a las que nos comprometamos.
Ahora bien, las tarjetas nos pueden aportar muchas ventajas como disponer de dinero a crédito y devolverlo mediante la modalidad de pago que prefiramos (total, fraccionada, etc.), disfrutar de seguros en viajes, compras, etc. de manera gratuita, participar en programas de puntos, descuentos, devoluciones en compras… y nos permiten llevar un control exhaustivo sobre nuestros gastos.
Los peligros de este instrumento financiero son, por un lado, los altos intereses que, generalmente, aplican las entidades concesoras a la hora de fraccionar las compras que realicemos (suelen rondar el 25 % TAE); por el otro, que en algunos casos hay que pagar comisiones de emisión y mantenimiento; y, por último, pero no menos importante, el peligro de hacer un uso irresponsable y, por ende, entrar en una espiral de deudas muy perjudicial para nuestra salud financiera.
En cualquier caso, un análisis reciente de CNBC (Consumer News and Business Channel) afirma que con las tarjetas de crédito podemos generar ahorros muy elevados, basándose en la idea de que el dinero ahorrado en intereses por no tener una deuda pendiente puede resultar más favorable que cualquier retorno que se podría obtener al invertir en negocios que generen un retorno económico.
¿Y qué ocurre con las nuevas modalidades de pago?
Después de ver cómo el uso de las tarjetas de crédito no ha calado en la generación millennial la pregunta que nos podemos llegar a hacer es cómo han calado las nuevas modalidades de pago, en concreto las de móviles.
Ante todo pronóstico, parece que tampoco han triunfado como se esperaba, ya que, según los datos facilitados por un estudio de la consultora PwC, el 55 % de los consumidores españoles nunca han comprado nada a través del móvil. Ante esto, parece que los españoles no terminan de desprenderse del dinero en efectivo.