Los Milenials se casan en casa
Cada vez más los millennials se alejan de las celebraciones en restaurantes y masías rústicas para dar lugar a un nuevo concepto de boda más personalizada y cercana. El todo incluido que ofrecen la gran mayoría de espacios para bodas ya no pertenece a esta nueva generación más exigente y ambiciosa que requiere de más servicios y prestaciones.
“Todos nuestros clientes quieren una boda diferente. Tres de cada cinco bodas actuales, se celebran en casa. Las parejas quieren crear el efecto Wow en sus celebraciones, con cambios de ritmo y que sorprendan a sus invitados con las experiencias que personalizan para ellos. El protocolo y los estereotipos de las bodas desaparecen y se consolida cada vez más la figura que coordina y organiza profesionalmente este tipo de eventos. En alguna ocasión hemos coordinado hasta 70 proveedores diferentes y en otras ha habido casi tanto Staff como invitados” afirma Marta Gilabert (CEO en La Puta Suegra).
Los familiares invitados a las actuales bodas, cada vez están más seleccionados, los compromisos son parte del pasado, dejando lugar a los amigos que ocupan un papel muy protagonista durante la celebración. La música en directo deriva en múltiples sesiones de dj’s que construyen la base de lo que son las nuevas bodas del siglo XXI, más cercanas a mini festivales de música que a bodas. Cada vez más son los millennials que viven fuera y que tejen nuevas amistades internacionales que son invitadas a bodas en España y estos invitados transforman las bodas en oportunidades vacacionales para conocer España.
Por otro lado, están en auge las Destination Weddings, bodas internacionales que prefieren España para casarse ya que es un destino atractivo por el clima y por los beneficiosos costes globales que les supone casarse en España y no en sus países de origen.
“Actualmente el sesenta por ciento de nuestras bodas son internacionales. Nuestros clientes provienen de Londres, Los Ángeles, Nueva York, Berlín, Dubai, Irán, Florida, Miami, Chile, Argentina o españoles que trabajan en Francia, México, Suecia, Irlanda, Suiza. Esto nos permitirá triplicar la facturación este año” Marta Gilabert.
La tecnología también tiene un papel importante des de hace un par de años, la web construida por los novios con la información del evento se han transformado en sofisticadas App’s en las que los invitados a la boda pueden ligar e intercambiar todo tipo de información en privado.
Lo que caracteriza a los millennials es la falta de tiempo y su interés por disfrutar de la vida y viajar hecho que les lleva a casarse más tarde y de la forma más económica posible. La edad media para casarse se sitúa entre los 37 años para ellos y los 34, para ellas.
Los motivos principales de este nuevo tipo de bodas se rigen en la economía, los horarios, y el concepto. Según la agencia La Puta Suegra, el precio del alquiler de un espacio para celebrar una boda se sitúa entre los 2.000€ y 10.000€ que los novios prefieren ahorrarse o reinvertir esta cantidad en un segundo DJ, un catering de mayor calidad o más show y experiencias durante la celebración.
Según la agencia La Puta Suegra, especialista en organización de eventos “Casarse en casa no es una moda, es la suma de muchos factores. El hecho de que los millennials no tengan tiempo también influye mucho en la contratación de nuestros servicios ya que al trabajar tantas horas y/o estar viviendo fuera del país, requiere de una empresa que pueda coordinar y diseñar experiencias únicas. Nuestro objetivo se basa en transformar las bodas en fiestas y conseguir que rebosen autenticidad” , afirma Josep Plana (CEO en La Puta Suegra).
El casarse en casa es una tendencia importada de los Estados Unidos y Francia que ya han puesto en práctica muchos personajes conocidos. Es el caso de Luís Martinez de Irujo y Adriana Marín casados en el propio palacio de Liria. Gabriela Palatchi, heredera de Pronovias, se caso en los jardines de una de las fincas familiares en la Cerdanya. Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz o hasta George Clooney y Amal que llevaron a cabo el enlace en la casa que tiene el actor en el Lago de Como (Italia).