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Mejorar tu economía personal: claves para sobrevivir en un mundo de hiperconsumo

Mejorar tu economía personal: claves para sobrevivir en un mundo de hiperconsumo

Para muchas personas, llegar a final del mes con dinero ahorrado es muy complicado a pesar de tener un buen sueldo. Si bien los costos de vida han aumentando, existen algunas tendencias de consumo personal que debilitan a nuestra economía sin que nos demos cuenta. Gastos imperceptibles o derroches innecesarios que a simple vista parecen inofensivos, pueden terminar generando un dolor de cabeza más que importante. A continuación te damos algunas claves para ordenar tus finanzas y sacarle un mayor provecho a tu dinero.

Actualmente vivimos en una sociedad donde la cultura del consumismo ha ganado la batalla. A través de productos y servicios, se piensa que la felicidad o el bienestar es algo que se puede adquirir en cualquier tienda en cómodas cuotas. En ese sentido, el avance del marketing y la tecnología como una parte trascendental de nuestras actividades diarias –ya sean ociosas o laborales-, no hacen más que impulsar y acrecentar nuestra tendencia al consumo.

Esto no sería ningún problema sino fuera porque el dinero, lamentablemente, no es infinito y son muy pocas aquellas personas que pueden darse el lujo de gastar sin siquiera mirar la factura. La gran mayoría, en cambio, debemos ser más moderados a la hora de sacar la cartera de nuestro bolsillo o completar los datos de nuestra tarjeta en la web. Eso no significa que tengamos un mal salario en algunos casos, simplemente no puede consumirse todo lo que se vende y, por sobre todas las cosas, el desorden en nuestras finanzas personales es algo que puede llevar a costarnos diarios.

Muchos economistas han pensado en el último tiempo sobre este creciente problema: por más que los sueldos mejoran e incluso algunos trabajadores crecen dentro de su sector laboral, el dinero sigue sin alcanzarles. Si bien el mundo de hiperconsumo al que hacíamos referencia tiene un rol clave en ese suceso, la gran responsable es nuestra desprolijidad a la hora de gastar nuestro dinero. A continuación te comentamos algunas claves para mejorar tu economía

Prácticas invisibles que pueden afectar a tu economía

A la hora de revisar las costumbres que afectan a nuestras finanzas personales, puedes llegar a reconocer una o más dentro de tus hábitos. Para empezar, podemos nombrar esos pequeños gastos cotidianos o periódicos que al no representar una gran suma, nunca consideraste perjudiciales. Puede ser un refresco a diario, cigarrillos o simplemente una barra de cereal a la salida del trabajo. Si te pones a sumar ese gasto, a final descubrirás que has depositado más dinero del que pensabas. Más aún, si haces una proyección anual, hasta quizás puestas encontrar esa suma de dinero que te faltó para poder irte de vacaciones.

Otro error común es el de esclavizarse con las cuotas de la tarjeta de crédito, ya que pasado el tiempo es posible olvidarse de la acumulación de compras que has realizado. Así, podrás llegar a gastar gran parte de tu sueldo en saldar deudas de compras pasadas, algo que no es para nada grato económicamente ni psicológicamente.

Por último, otra práctica invisible es el derroche: esa última cerveza del fin de semana, ese postre que pides después de salir a comer o ese libro que compraste y apilas en la mesa de luz. Con esto no insinuamos ser absolutamente restrictivos o impedir darte un gusto, pero sí sugerimos que reordenes tus prioridades y seas consciente de los gastos que realizas. A fin de mes, después de todo, serás tú el que se enfrenta con el vacío de tu cartera o echando mano a tus ahorros.

Foto: Freepik

Claves para mejorar tu economía

Planteado el escenario de la vida moderna, una forma de confrontar al consumismo es proponerte metas de ahorro que deberás cumplir sí o sí. Puedes empezar de menor a mayor para ir generando la costumbre y adquiriendo el hábito. Ya sean 100 euros o 1000 euros, todo sirve para los días de lluvia, como decían nuestros abuelos. Descubrirás la satisfacción al mes siguiente, cuando tengas tu nuevo sueldo en mano y veas el excedente del anterior.

No seas impulsivo, por más que parezca complicado. Seguramente para llegar hasta este artículo hayas tenido que sortear una gran cantidad de propagandas online que te invitan a comprar o aprovechar sospechosos descuentos en hoteles, pasajes de avión o ese par de zapatillas que buscaste el día anterior. Piensa dos, tres y hasta diez veces antes de hacer cada gasto, teniendo siempre en cuenta cuál es tu objetivo de ahorro.

En relación a ese último consejo, te ayudará de gran manera anotarte a diario cuánto dinero recibes y cuánto dinero gastas. Eso ordenará tu economía, así como también evidenciará todos esos gastos que podrías llegar a evitar para salvar una mayor cantidad de dinero a fin de mes. Si la idea de tener una libreta a mano no te parece la más cómoda, hoy en día existen distintas aplicaciones para tu smatphone que pueden ayudarte. Como dice el dicho: si se te ocurre una idea, chequea que ya no exista una aplicación antes. Eso sí, que su descarga sea gratuita.

También te recomendamos no ser un fanático del débito automático a la hora de pagar tus cuentas. Si bien ahorra tiempo y garantiza eficacia ante posibles olvidos a la hora de cancelar una tarifa, también genera que seas más laxo con tus gastos, más aún cuando se trata de servicios online como Netflix o Spotify. Mucha gente se une a esos servicios que no representan una gran suma y así acumulan pagos y pagos que adelgazan a fin de cuentas nuestro dinero mensual.

Todas estas medidas, te ayudarán en definitiva a generar un fondo de reserva para imprevistos. Mucha gente no suele sentarse a pensar en qué pasaría si un gasto excepcional aparece de golpe (un arreglo del hogar, de un electrodoméstico clave como una heladera o, en el peor de los casos, un tratamiento médico). Esto lleva a que, ante la desesperación, se incurra a créditos o préstamos familiares, lo que muchas veces sirve para salir del apuro pero termina desordenando aún más nuestra economía personal. De esa forma, el círculo vicioso se repite y entras en un camino del que hay poco retorno: adquirir deudas para pagar otras deudas.

Reflexión final para ayudar a tu bolsillo

Como verás, los consejos que te hemos dado en este artículo no necesitaron de un asesor, inversor o una entidad que se meta en tus finanzas y, para colmo, te agregue un costo más. En ese sentido, Internet es un buen lugar para revisar herramientas y consejos que puedan serte útiles, siempre y cuando revises con atención y no te dejes engañar por publicidades o recomendaciones engañosas, algo que lamentablemente abunda en el mundo online…pero también en el mundo 1.0.

Todo lo que te hemos dicho representan pequeños cambios de conducta que quizás ni sabías que tenías y llevaban a que durante los últimos días del mes todos te vean con la mano en la frente. Debes plantearte una meta, ir alcanzando objetivos y pensar qué es lo que quieres hacer con tu dinero y con ese tiempo de trabajo que te llevó conseguirlo.

Después de todo, trabajar para pagar deudas no es un plan de vida muy atractivo. El cambio en tu vida financiera empieza por ti y acaba en ti, solo debes animarte y darle la espalda por unos minutos al consumismo. Ese giro de 180 grados te permitirá ver un paisaje absolutamente nuevo que siempre estuvo cerca de ti. Haz la prueba y verás que la felicidad no está en lo que consumes, sino en la actitud con la que hagas tus cosas a diario.

Imagen de Portada / Freepik

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