
Emprendimiento en Bachillerato: así se construye el ecosistema emprendedor desde el aula

El emprendimiento ha dejado de ser una opción exclusiva para adultos con experiencia. Hoy, se cultiva desde edades tempranas y encuentra en el Bachillerato un terreno fértil para desarrollarse.
La escuela ya no solo transmite conocimientos: también forma actitudes, impulsa ideas y entrena habilidades que conectan con la realidad social y económica actual.
En este nuevo enfoque, tú no eres un espectador, sino protagonista. La asignatura de emprendimiento te invita a observar, cuestionar y crear soluciones reales desde el aula.
¿Qué es la asignatura de Emprendimiento en Bachillerato?
Cada vez más jóvenes sienten la necesidad de entender el mundo económico y social que les rodea. La asignatura de Emprendimiento en Bachillerato responde a esta necesidad con un enfoque práctico y actual, que busca prepararte para los retos del siglo XXI desde una visión crítica, activa y comprometida.
Definición oficial y marco LOMLOE
La materia se denomina oficialmente Economía, Emprendimiento y Actividad Empresarial y forma parte del currículo del primer curso del Bachillerato General, según la LOMLOE (Ley Orgánica 3/2020). Su objetivo principal es fomentar el pensamiento crítico, la iniciativa y el espíritu emprendedor.
Se estructura en torno a seis competencias específicas que abarcan desde la comprensión de la economía hasta la innovación empresarial. Estas competencias están alineadas con las recomendaciones europeas sobre aprendizaje permanente y se evalúan mediante criterios de desempeño aplicables a la vida académica y profesional.
En la siguiente tabla puedes ver un resumen de las competencias clave que desarrolla esta materia:
Competencia específica | Ámbito principal | Ejemplo de aplicación |
1 | Ciencia económica | Análisis crítico de noticias económicas |
2 | Toma de decisiones y escasez | Resolución de problemas cotidianos |
3 | ODS y sostenibilidad | Estudios de caso con impacto social |
4 | Perfil emprendedor | Evaluación de competencias personales |
5 | Estrategias empresariales | Análisis de modelos de negocio |
6 | Innovación y revolución digital | Diseño de soluciones creativas |
El contenido se divide en tres bloques temáticos:
- Economía: fundamentos económicos y relación con otras disciplinas.
- Emprendimiento: habilidades, actitudes y herramientas del perfil emprendedor.
- Actividad empresarial: estrategias empresariales, modelos de negocio, marketing digital e innovación.
¿Quién la cursa y qué papel juega en el itinerario educativo?
Esta asignatura va dirigida al alumnado del Bachillerato General, una modalidad pensada para ofrecer una formación flexible y transversal. Está diseñada tanto para quienes buscan acceso a estudios universitarios como para quienes se orientan hacia ciclos formativos superiores.
Su implantación ha sido progresiva y no uniforme. Comunidades como Castilla-La Mancha o Cantabria la adoptaron desde el inicio. Otras, como Madrid o la Comunidad Valenciana, lo hicieron de forma más limitada en el primer curso de implementación. Esto significa que su disponibilidad puede depender del centro educativo y de la planificación autonómica.
El papel que desempeña en tu formación es clave. No busca solo que memorices conceptos, sino que aprendas a emprender, analizar, crear y decidir. De hecho, es habitual que trabajes en proyectos colaborativos, diseñes una idea de negocio o resuelvas problemas reales con herramientas del mundo empresarial.
Además, tiene un enfoque interdisciplinar. Conecta la economía con la psicología, la ética, la ecología o la sociología. Esto amplía tu perspectiva y te permite entender mejor cómo se toman decisiones en la vida real.
¿Qué competencias emprendedoras se trabajan en el aula?
Emprender no es solo montar una empresa. También es saber resolver problemas, tomar decisiones y colaborar con otras personas para transformar ideas en acciones reales. En el aula, trabajas estas habilidades de forma práctica, con proyectos y retos que te acercan al mundo real.
La asignatura de Emprendimiento en Bachillerato combina economía, innovación y acción. Y lo hace apostando por el desarrollo de competencias personales y sociales que marcan la diferencia en cualquier entorno profesional.
Pensamiento crítico, creatividad, trabajo en equipo
Uno de los objetivos principales es que aprendas a pensar por ti mismo. Analizar información, plantear hipótesis y tomar decisiones forma parte del día a día de esta materia. Pero también se entrena la creatividad, entendida como la capacidad de generar soluciones nuevas ante problemas reales.
El trabajo en equipo es otra de las competencias clave. Aprendes a colaborar, a escuchar y a liderar cuando hace falta. Esta combinación de pensamiento crítico, creatividad y habilidades sociales te prepara para afrontar cualquier proyecto, dentro o fuera del aula.
En la siguiente tabla puedes ver algunas de las competencias más valoradas en esta asignatura y su aplicación práctica:
Competencia trabajada | Ejemplo en clase |
Creatividad | Propuesta de ideas para una startup escolar |
Pensamiento crítico | Análisis de casos de éxito y fracaso empresarial |
Trabajo en equipo | Proyectos colaborativos con roles definidos |
Comunicación | Presentaciones orales de proyectos |
Liderazgo | Coordinación de tareas dentro del grupo |
De la idea al modelo de negocio: metodologías activas
En esta asignatura no basta con estudiar teoría. Desde el primer momento, se aplican metodologías activas como el aprendizaje basado en proyectos, el estudio de casos o el uso de simuladores empresariales. Así, puedes idear una solución a un problema, validarla, y convertirla en un modelo de negocio real.
La actividad más representativa suele ser el desarrollo de una miniempresa. En grupos, pensáis una idea, analizáis su viabilidad y la presentáis como si fuerais un equipo emprendedor. Esta experiencia te permite conectar con herramientas como el DAFO, el lienzo Canvas o el pitch de presentación.
Sostenibilidad y conexión con los ODS
El emprendimiento que se promueve en Bachillerato no es ajeno a los problemas del mundo. De hecho, muchas de las actividades giran en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Esto te ayuda a conectar tus ideas con valores como la igualdad, la justicia social o el cuidado del medio ambiente.
Trabajar desde esta perspectiva te permite desarrollar una mentalidad emprendedora con conciencia social. No solo se trata de crear productos o servicios rentables, sino también de aportar soluciones útiles a nivel local o global.
¿Cómo se está aplicando en los centros educativos de España?
Desde su implantación en 2022, la asignatura de Emprendimiento en Bachillerato ha empezado a transformar el aula en un entorno más dinámico, práctico y conectado con la realidad. Aunque el proceso ha sido desigual entre comunidades, ya se observan ejemplos sólidos de cómo esta materia impulsa nuevas formas de aprender y emprender.
Comprender su grado de implantación, las herramientas disponibles y los retos actuales te ayuda a valorar su impacto real y a identificar oportunidades de mejora en su desarrollo.
Datos de implementación, buenas prácticas y casos reales
La asignatura forma parte del Bachillerato General, pero su presencia varía según la comunidad autónoma. En regiones como Castilla-La Mancha, Cantabria o La Rioja, se implantó desde el primer curso con una oferta generalizada. En cambio, comunidades como Madrid o Cataluña la aplicaron de forma muy limitada al principio
En la siguiente tabla puedes ver una comparativa de implantación inicial por comunidades:
Comunidad Autónoma | Curso 2022–2023 | Curso 2023–2024 (estimado) |
Castilla-La Mancha | Alta implantación | Generalizada en centros |
Madrid | Baja implantación | Ampliación progresiva |
Comunidad Valenciana | Sin implantación | Inicio parcial |
Andalucía | Implantación parcial | Expansión progresiva |
Cantabria, La Rioja | Implantación general | Consolidada |
En varios centros, el alumnado ha creado miniempresas, diseñado apps o prototipos, y participado en concursos como el programa Miniempresas de Junior Achievement. Estos proyectos desarrollan habilidades reales como el liderazgo, la gestión del tiempo o la comunicación en público.
Recursos docentes y plataformas de apoyo (EduCaixa, EDIA, JA)
Para facilitar la enseñanza, se han desarrollado numerosos materiales específicos. Editoriales como Anaya o Vicens Vives ofrecen libros adaptados al currículo LOMLOE. Además, proyectos colaborativos como Econosublime o Alloro con la Economía publican unidades didácticas, presentaciones y cuadernos descargables para docentes.
Entre las plataformas de apoyo más activas destacan:
- EduCaixa: contenidos sobre emprendimiento social, retos educativos y competencias clave.
- Proyecto EDIA (CeDeC – INTEF): materiales abiertos con enfoque competencial y propuestas prácticas.
- Junior Achievement: programas como “Miniempresas” o “Socios por un Día” que conectan escuela y empresa.
Estos recursos refuerzan el aprendizaje activo, fomentan el pensamiento emprendedor y permiten adaptar la asignatura a distintos contextos escolares.
Carencias detectadas: IA, digitalización y enfoque realista
A pesar de los avances, aún existen retos por resolver. Muchos docentes señalan la falta de formación específica en metodologías ágiles, digitalización o inteligencia artificial. Aunque se promueve la innovación, no siempre se dispone del tiempo o los medios técnicos para aplicar herramientas como simuladores empresariales o entornos colaborativos online.
Además, el enfoque de algunos libros de texto todavía resulta demasiado teórico. Para que la asignatura tenga impacto real, es necesario que conectes los contenidos con problemas del entorno, utilices herramientas actuales (como Canva, Trello o ChatGPT) y trabajes con datos del mundo real.
¿Qué están haciendo otros países y qué podemos aprender?
La educación emprendedora no es exclusiva de España. Muchos países ya llevan años aplicando enfoques innovadores que combinan formación práctica, competencias clave y conexión con el entorno real. Conocer estos casos te ayuda a comparar modelos y a imaginar cómo podría evolucionar la asignatura en tu centro.
Algunas experiencias han tenido tanto impacto que hoy sirven de referencia para políticas educativas en todo el mundo.
Europa: Finlandia, Países Bajos, Reino Unido
Los países nórdicos destacan por integrar el emprendimiento desde etapas tempranas. En Finlandia, por ejemplo, esta competencia se trabaja de forma transversal, combinando asignaturas, retos reales y colaboración con empresas locales. Los docentes actúan más como guías que como transmisores de contenido.
En Países Bajos, muchos centros cuentan con “empresas escolares” donde los alumnos gestionan proyectos con presupuesto real. Y en Reino Unido, programas como Tenner Challenge permiten a estudiantes de entre 11 y 19 años lanzar un microproyecto empresarial con solo 10 libras, promoviendo la toma de decisiones y la creatividad.
África y Asia: Ghana, Botswana, India
En África, países como Ghana o Botswana han apostado por el emprendimiento juvenil como motor de desarrollo económico. En Ghana, se integran asignaturas prácticas de creación de negocios en secundaria, con énfasis en el emprendimiento social. Botswana destaca por ofrecer formación emprendedora incluso en contextos rurales, adaptada a las necesidades locales.
En India, la Fundación NEN y otros organismos impulsan concursos de ideas y ferias escolares para detectar talento joven. El emprendimiento se enfoca aquí en resolver retos sociales, mejorar la empleabilidad y generar impacto comunitario.
En la siguiente tabla puedes ver una comparativa de enfoques por región:
País | Nivel educativo | Enfoque principal | Metodología clave |
Finlandia | Primaria y secundaria | Interdisciplinar y práctico | Aprendizaje basado en retos |
Ghana | Secundaria | Desarrollo económico local | Talleres y microproyectos |
Reino Unido | Secundaria y Bachillerato | Iniciativa individual y liderazgo | Minifinanciación y mentoría |
India | Secundaria | Impacto social y empleabilidad | Ferias y concursos |
Programas con impacto medible: Citrus Saturday, MEST, Aaltoes
Algunos programas han logrado resultados concretos y replicables. Citrus Saturday, por ejemplo, enseña a jóvenes de varios países europeos a montar un puesto de limonada en un solo día. El objetivo es simple: vivir el ciclo completo de un microemprendimiento real. Es una manera directa y divertida de aprender finanzas, marketing y atención al cliente.
En África, MEST (Ghana) forma a jóvenes en desarrollo tecnológico y emprendimiento, conectándolos con mentores e inversores. Y en Finlandia, Aaltoes (Aalto Entrepreneurship Society) es una comunidad universitaria que organiza hackathones, charlas y apoyo a startups nacidas en las aulas.
Estas iniciativas demuestran que se puede enseñar a emprender de forma tangible y con resultados claros, incluso con recursos limitados.
¿Realmente impulsa un ecosistema de emprendimiento?
Muchos centros ya están aplicando la asignatura de Emprendimiento en Bachillerato con metodologías activas y proyectos reales. Pero más allá del aula, surge una pregunta clave: ¿está generando un ecosistema emprendedor a nivel social y económico?
Para responderla, puedes observar estudios internacionales, informes sobre competencias y casos que conectan lo que aprendes con el entorno real.
Evidencias del Global Entrepreneurship Monitor (GEM)
El informe GEM analiza cada año la actividad emprendedora en más de 100 países. Uno de sus indicadores clave es la tasa de intención emprendedora entre jóvenes. En los países con educación emprendedora obligatoria, este índice suele ser un 30 % más alto respecto a los que no la incluyen.
En el caso de España, los datos de GEM muestran que la franja de edad con más intención de emprender es precisamente la de 18 a 24 años. Esta tendencia ha ido al alza desde que se incorporaron asignaturas de emprendimiento en la ESO y el Bachillerato.
En la siguiente tabla puedes ver una comparativa:
País | Educación emprendedora en secundaria | Intención emprendedora (18-24 años) |
Finlandia | Sí (transversal y obligatoria) | 32 % |
Reino Unido | Sí (programas optativos y desafíos) | 29 % |
España | Sí (en expansión desde 2022) | 27 % |
Italia | No obligatoria | 18 % |
Informes de la OCDE sobre competencias emprendedoras
La OCDE destaca que el emprendimiento juvenil no solo mejora la empleabilidad, sino que también fortalece habilidades transferibles: pensamiento crítico, trabajo en equipo, liderazgo o resiliencia. En sus informes, se señala que incluir contenidos emprendedores en secundaria y bachillerato tiene efectos medibles en la vida adulta.
Además, subraya la importancia de pasar del enfoque teórico al práctico. Es decir, no basta con aprender conceptos: lo que realmente influye es que desarrolles un proyecto, presentes tu idea, y trabajes con plazos, roles y retos reales.
Esta combinación de habilidades favorece que el emprendimiento no se limite al autoempleo, sino que se integre como una actitud ante la vida y el trabajo.
Del aula a la startup: cómo se traduce en resultados sociales y económicos
Varios proyectos iniciados en clase han dado el salto a concursos, ferias juveniles y, en algunos casos, al mercado. Desde apps diseñadas por estudiantes hasta productos ecológicos creados en cooperativas escolares, las ideas nacidas en Bachillerato están comenzando a generar impacto fuera del centro educativo.
En Andalucía, por ejemplo, el programa Innicia ha permitido que cientos de estudiantes creen cooperativas reales con productos que venden en su entorno local. A nivel nacional, el programa Miniempresas de Junior Achievement conecta a jóvenes con inversores y mentores para llevar sus ideas a otro nivel.
Estas experiencias no solo desarrollan competencias. También generan autoestima, sentido de pertenencia y visión de futuro.
Recomendaciones para una implementación más efectiva
La asignatura de Emprendimiento en Bachillerato ya ha demostrado su potencial, pero aún hay margen para mejorar su impacto real. Si se enriquece con experiencias externas, tecnología y metodologías actuales, puede convertirse en un motor transformador para ti y tu entorno.
A continuación, verás propuestas concretas para potenciar su efectividad desde los centros educativos.
Aliarse con incubadoras, universidades y aceleradoras
Vincular la asignatura con el ecosistema emprendedor real es una de las claves. Colaborar con incubadoras locales, universidades con programas de emprendimiento o aceleradoras puede aportar recursos, mentoría y visibilidad a tus proyectos.
Algunos centros ya organizan visitas a espacios de coworking, sesiones con startups o actividades conjuntas con facultades de economía o ingeniería. Esto te permite ver cómo se aplican en el mundo real los conocimientos que trabajas en clase.
En la siguiente tabla puedes ver qué tipo de alianzas puedes fomentar y qué aportan:
Tipo de entidad | Qué aporta al aula |
Universidad (Grado ADE) | Talleres, mentores y conexión con alumnos |
Incubadora local | Asesoramiento y sesiones sobre modelos de negocio |
Aceleradora | Casos reales, retos y validación de ideas |
Asociación empresarial | Apoyo en prototipos y posibles inversiones |
Incluir IA, sostenibilidad y diseño digital de negocios
Para que la asignatura se mantenga actual, es esencial que introduzcas herramientas que ya se están utilizando en el mundo empresarial. La inteligencia artificial, por ejemplo, puede ayudarte a generar ideas, analizar tendencias de mercado o automatizar tareas. Herramientas como ChatGPT, Notion AI o Midjourney ya se están integrando en proyectos de aula.
También es clave que conectes tus propuestas emprendedoras con los retos globales. La sostenibilidad, el cambio climático o la economía circular no son temas secundarios. Incorporarlos desde el inicio en tu proyecto te hace más consciente del impacto real que puedes generar.
El diseño digital también es fundamental. Usar Canva, Figma o plataformas nocode para construir tu prototipo hace que tu idea cobre vida desde el principio.
Mentores, concursos y metodologías lean en el aula
Una forma eficaz de aprender es recibir feedback de personas con experiencia. Los mentores (emprendedores, antiguos alumnos, profesionales) pueden ayudarte a mejorar tu idea, evitar errores comunes y ganar confianza.
Además, participar en concursos escolares o regionales de emprendimiento da visibilidad a tu trabajo. Te obliga a preparar un pitch, pulir tu presentación y competir con otros proyectos reales.
Por último, aplicar la metodología lean startup dentro del aula permite que aprendas a validar ideas con el mínimo esfuerzo. Así puedes iterar rápido y adaptar tu propuesta a lo que realmente necesita tu público objetivo.
Fuentes utilizadas:
- Ministerio de Educación y Formación Profesional: educagob.educacionfpydeportes.gob.es
- Documento “Economía, Emprendimiento y Actividad Empresarial – Currículo LOMLOE”
- Currículo oficial LOMLOE – Economía, Emprendimiento y Actividad Empresarial (educagob.educacionfpydeportes.gob.es)
- Recomendaciones UE sobre competencias clave para el aprendizaje permanente (2018).
- Informes de prensa educativa y experiencias docentes (El País, econosublime.com, alloroconlaeconomia.wordpress.com)
- Recursos abiertos de Fundación Junior Achievement, CeDeC e INTEF.
- Citrus Saturday (www.citrussaturday.org)
- Meltwater Entrepreneurial School of Technology (www.meltwater.org)
- Aalto Entrepreneurship Society (www.aaltoes.com)
- Fundación Junior Achievement
- Estudios de la UE sobre educación emprendedora (raing.es, UNESCO, OCDE).
- Global Entrepreneurship Monitor (GEM España 2023)
- OCDE – Entrepreneurship Education at School in Europe
- Fundación Junior Achievement
- Programa Innicia (Junta de Andalucía)
- Fundación Junior Achievement España
- Informes de la OCDE sobre educación emprendedora
- Recursos de AaltoES, MEST Africa y Citrus Saturday
- Experiencias docentes compartidas en econosublime.com y EduCaixa.