
La importancia de saber elegir los canales de distribución

El camino que recorre cada producto hasta llegar al consumidor está lleno de complejas decisiones estratégicas que, en la mayoría de los casos, pasan desapercibidas.
Es posible que el cliente curioso llegue a hacerse cierto tipo de preguntas como, por ejemplo, ¿Cómo ha llegado ese café al supermercado del barrio? ¿Por qué esa marca de cosméticos solo se puede comprar en una tienda online?
Es interesante comprobar que más allá del diseño o de la calidad del producto, lo que realmente conecta una marca con su consumidor es el camino recorrido hasta llegar a sus manos, es decir, el canal de distribución. En pleno siglo XXI, donde el mercado es cada vez más duro, más competitivo, la conexión debe pensarse bien, volviéndose más rápida, clara y eficiente.
Para vender más hay que hacerlo de forma inteligente, por lo que resulta fundamental conocer los distintos tipos de canales de distribución existentes. Este conocimiento es tan esencial como tener una buena campaña de marketing o un producto atractivo.
Los tipos de canales de distribución
El concepto de canal de distribución hace referencia al camino que necesita recorrer un producto desde que sale de la fábrica hasta que llega a manos del cliente. Cada negocio, empresa y compañía tiene su propio ritmo y necesidades, motivo por el cual existen diferentes tipos de canales de distribución, cada uno con sus propias ventajas específicas.
Para las tiendas particulares, las e-commerce y pequeños negocios lo habitual es utilizar los canales directos porque permiten que se venda de forma directa al cliente, es decir, sin intermediarios. Se trata de un modelo que brinda mayor control sobre la marca, pero también exige más recursos y estructura.
En cambio, los canales indirectos implican la participación de mayoristas, minoristas o distribuidores. Aquí, el alcance es mayor, pero la marca debe confiar en terceros para representar su propuesta de valor. Como cabe imaginar, la gestión de estos canales se vuelve mucho más estratégica.
En cualquier caso, no son pocas las empresas que optan por combinar ambos modelos, creando de este modo una red multicanal para estar donde está su cliente, independientemente a que sea con una tienda física, un marketplace o a través de las redes sociales.
La presentación como elemento que trasciende a la venta de productos
Para vender más no es suficiente, a estas alturas del siglo XXI, con tener un buen producto. Cómo se presenta, dónde se encuentra y qué tan fácil es para el cliente acceder a él es lo que realmente va a marcar la diferencia en su capacidad para ser vendido. El canal de distribución se convierte en la experiencia de compra en sí misma.
Y ahí es donde surgen los retos, puesto que un canal puede fallar si no se adapta al perfil del cliente o si no cuenta con el soporte adecuado. No es lo mismo distribuir tecnología que productos de cuidado personal. No es igual vender en grandes superficies que en tiendas especializadas.
Además, hoy más que nunca, los consumidores esperan inmediatez, claridad y disponibilidad. Quieren encontrar el producto cuando lo buscan y recibirlo sin complicaciones. Esto obliga a las marcas a pensar más allá de la logística y construir una experiencia fluida y coherente en todos sus canales.
Grupo PROM, para que los canales funcionen como un reloj
Diseñar una estrategia de distribución es una cosa. Ejecutarla con precisión en el punto de venta es otra muy distinta. Aquí es donde entra en juego Grupo PROM, una empresa que entiende cómo convertir esa teoría comercial en resultados reales.
Especializada en trade marketing y promotoría en retail, Grupo PROM se encarga de dar vida a las marcas en cada canal. ¿Cómo? A través de equipos que conocen el terreno, cuidan los detalles en tienda, activan promociones, monitorean resultados y se aseguran de que el producto esté visible, disponible y bien presentado.
Trabajar con Grupo PROM significa tener un socio que se involucra desde el principio hasta el final, entendiendo el comportamiento del consumidor, anticipando problemas logísticos y proponiendo soluciones reales. No solo distribuyen productos, sino que los colocan donde deben estar para vender más y mejor.
La distribución como ventaja competitiva
Hoy en día, distribuir bien es una necesidad operativa, y también una ventaja competitiva real. Las marcas que entienden esto invierten en crear rutas más eficientes, en capacitar a su personal y en rodearse de aliados estratégicos que conozcan el terreno de juego.
Y es que, cuando la competencia es feroz, cada punto de contacto con el cliente cuenta. Desde la estantería del supermercado hasta el buscador de un marketplace, cada canal es una oportunidad para construir marca, fidelizar y crecer. Pero para que eso funcione, no basta con estar presente, también hay que saber estar.
Por eso, contar con expertos como Grupo PROM marca un antes y un después en la forma en que una empresa gestiona sus canales de venta.