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Exit en startups: cuándo, cómo y por qué preparar una estrategia

Exit en startups: cuándo, cómo y por qué preparar una estrategia

Exit en startups: tres palabras que, si estás emprendiendo, deberías tener muy presentes desde el inicio. Este momento marca la diferencia entre una buena idea y un negocio exitoso que genera retorno para todos los implicados.

En este artículo descubrirás cuándo es el momento adecuado para plantearlo, cómo puedes prepararlo y por qué es tan relevante en el ciclo de vida de una startup.

Qué es un exit y su papel clave en el ciclo de vida de una startup

El exit es uno de los momentos más importantes en la vida de una startup. Desde el principio, tanto los fundadores como los inversores tienen en mente este hito: el momento de salida. Pero, ¿qué significa realmente? Hablamos del proceso mediante el cual se venden las participaciones en la empresa, con el objetivo de obtener un retorno sobre la inversión.

Este paso es fundamental porque representa la materialización del éxito. Si has conseguido que tu proyecto crezca, escale y se consolide en el mercado, un buen exit puede ser el premio final para ti y para quienes apostaron por tu idea desde el principio.

Formas habituales de salida en startups: venta, fusión o bolsa

Existen diferentes maneras de llevar a cabo una salida. Cada una tiene sus peculiaridades y dependerá mucho de tu modelo de negocio, del momento de crecimiento y del tipo de inversores que te acompañan:

  • Venta a otra empresa: Es la vía más común. Una empresa más grande adquiere tu startup para incorporar tu tecnología, tu equipo o tu cartera de clientes. Puede ser una opción muy atractiva si estás en un nicho estratégico.
  • Fusión: Se trata de un acuerdo entre dos empresas para formar una nueva entidad. Es habitual cuando ambas tienen sinergias claras y pueden ganar más trabajando juntas que por separado.
  • IPO o salida a bolsa: Es el sueño de muchos emprendedores. Convertir tu startup en una empresa cotizada no es fácil, pero puede aportar capital, visibilidad y valoración. Suele reservarse para negocios consolidados y con proyección internacional.
  • Venta secundaria: Algunos business angels o fondos de capital riesgo deciden vender sus participaciones a otros inversores en rondas posteriores (como una serie B), sin que la empresa cambie de manos.
  • Recompra de participaciones: En ocasiones, los propios fundadores compran las acciones de sus inversores, logrando más control y ofreciendo una salida ordenada.
  • Liquidación: La opción menos deseada. Si el negocio no funciona, se puede cerrar y devolver lo que quede (si queda algo). Es el fin de muchas startups que no logran escalar.

Cómo planificar una estrategia de exit desde las primeras etapas

Quizá pienses que hablar de exit al arrancar una startup es prematuro. Pero ocurre justo al contrario: cuanto antes tengas clara tu estrategia de salida, más posibilidades tendrás de lograrla.

Para ello, deberías:

  • Definir objetivos claros: ¿Quieres vender tu empresa en cinco años? ¿Aspirar a una IPO? Define un horizonte realista.
  • Alinear expectativas: Asegúrate de que tú y tus inversores tenéis la misma visión. Una cláusula drag along puede facilitar que todos salgáis al mismo tiempo, evitando conflictos.
  • Cuidar los KPIs: Los indicadores clave de rendimiento (como facturación, CAC, LTV, etc.) son la base para justificar la valoración futura.
  • Preparar la documentación: Si alguna vez pasas por un proceso de due diligence, tenerlo todo en orden (cuentas, contratos, propiedad intelectual) te ahorrará dolores de cabeza.
  • Diseñar hitos de crecimiento: Cada ronda (ya sea ronda semilla, serie A o ronda de early-stage investments) debería responder a un plan claro y medible.

Factores que marcan la diferencia en un exit exitoso

No todos los exits son iguales. Algunos generan múltiplos x10 para los inversores, mientras que otros apenas devuelven lo invertido. Estas son algunas claves para maximizar el valor:

  • Timing: Saber cuándo vender es vital. Si lo haces demasiado pronto, podrías perder valor. Si lo haces tarde, puede que el mercado ya no esté tan interesado.
  • Diferenciación: Si tu startup tiene una propuesta de valor única y está bien posicionada en el mercado, tendrás más pretendientes.
  • Equipo y cultura: Muchas adquisiciones se hacen por el talento. Si tu equipo es fuerte y está bien cohesionado, será un activo clave.
  • Escalabilidad del modelo: Cuanto más escalable sea tu negocio, más atractivo será para un posible comprador o para salir a bolsa.
  • Uso inteligente del capital: Si has aprovechado bien cada ronda de inversión (por ejemplo, evitando diluciones excesivas o recurriendo a venture debt en lugar de equity), saldrás ganando.

Ejemplos y aprendizajes de exits relevantes en startups españolas

El ecosistema español ha dado algunos ejemplos interesantes en los últimos años. Uno de los más sonados fue el de Glovo, que fue adquirido por Delivery Hero en una operación que valoró la empresa en unos 800 millones de euros. Fue un exit que dio liquidez a sus fundadores, business angels y fondos.

Otro caso es el de Ticketbis, vendida a eBay, o el de Idealista, que ha pasado por varias adquisiciones millonarias, demostrando que una buena estrategia de crecimiento y posicionamiento puede multiplicar el valor de una startup.

De todos ellos puedes aprender algo: la importancia de prepararte desde el inicio, de tener tus cuentas claras, y de construir una propuesta que aporte valor real. También queda claro que un buen exit no se improvisa.

En definitiva, pensar en el exit desde el principio no es ser pesimista ni venderse demasiado pronto. Es ser estratégico. Si quieres construir una startup de éxito, necesitas tener claro cuándo y cómo vas a salir. No solo para ti, sino para todos los que han creído en tu proyecto desde el primer día.

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