¿Cómo financiar mi proyecto como emprendedor?
La educación financiera debería convertirse en asignatura necesaria en colegios, así como en universidades y en otras formaciones vitales. Este aprendizaje ayudará a comprender muchos trámites bancarios y económicos que suceden a nuestro alrededor. Asimismo, disponer de una base sólida ayudaría a los emprendedores a trazar esas líneas estratégicas maestras para triunfar con sus proyectos. A continuación, te daremos algunos consejos básicos, aunque puedes conocer más accediendo a otros textos de este portal.
Ser emprendedor requiere de muchos adjetivos. No solo de disponer de una idea de negocio. De valentía, de suerte, de ingenio, de perseverancia, entre otros muchos calificativos que confluyen en un tema de vital importancia: la financiación. Sin dinero, no hay negocio que prospere ni sobreviva a sus primeros años de vida. La mayoría de las pymes necesitan de una financiación para garantizar su futuro; al menos hasta que ese negocio comienza a rodar de manera sincronizada.
Cualquier emprendedor (o empresario), por consiguiente, debe situar a la financiación en el vértice de su plan estratégico. El objetivo de conseguir dinero, por otra parte, no es nada sencillo, a pesar de que existen múltiples caminos que desembocan en la obtención de ese capital tan necesario para asentar los pilares de todo negocio nuevo. Básicamente, porque cuando se obtiene una financiación debe examinarse esa ‘letra pequeña’ existente en los contratos. Nos referimos a los intereses y otras cláusulas que se establecen. Como sucede en otros ámbitos que afectan al común de los ciudadanos.
En caso de no estudiar correctamente todos esos condicionantes, ese emprendedor (o empresario o persona común) deberá asumir una serie de penalizaciones, que, en estos casos, puede ser el endeudarse, la pérdida del negocio, la cesión de los derechos de una idea innovadora, entre otras cuestiones. ¿Y existe un tipo de financiación óptima para los emprendedores? No hay soluciones mágicas; cada idea de negocio requerirá de una forma distinta de obtener capital.
Y, una vez conseguido ese dinero, aparte de mucho esfuerzo, será necesario una buena dosis de suerte. Mientras contamos con esos factores de nuestro lado, ¡veamos algunas formas comunes de disponer de capital!
- Solicitar un préstamo a una entidad bancaria:más del 60% de las pequeñas empresas acuden a un banco en búsqueda de un apoyo financiero. Si se justifica el modelo de negocio y este dispone de una base más o menos sólida, suele conseguirse ese crédito, aunque, actualmente, los tipos de interés están elevados y las entidades financieras no suelen dar mucho crédito. Para un emprendedor, e incluso en tiempos de crisis, no se recomienda acudir a entidades con intereses muy altos. Sería una condena.
- Bootstrapping: este término anglosajón se refiere a esos emprendedores que acuden a amigos o familia en busca de una ayuda económica. Junto a ese dinero, ellos también disponen de un pequeño capital con el que iniciar el negocio. Se trata de una financiación sin mucho riesgo y que sirve para testar la idea de negocio. Asimismo, si el negocio consigue echar raíces, el emprendedor será el verdadero dueño de este, aunque luego recurra a otras formas de financiación.
- Crowdfunding: una forma más conocida de obtener dinero consiste en captar dinero de muchos y pequeños inversionistas que, por las razones que consideren, deciden apoyar el nacimiento y desarrollo de un determinado negocio. A cambio, estas personas reciben algún descuento, acceso prioritario o un pequeño porcentaje de la empresa.
- Fondos de capital riesgo: grupos fuertes de inversores deciden apostar por un emprendedor y su idea de negocio a cambio de una considerable participación de la empresa. Asimismo, este tipo de inversiones se realizan cuando la empresa ya está, más o menos, consolidada en el mercado.
Estas son algunas formas comunes de obtener capital, como sucede con la solicitud de ayudas públicas; disponer de un socio industrial; presentarse a concursos o pertenecer a alguno de los modelos de incubadoras, detrás de las cuales suele haber grandes empresas del sector.