Inquilinos problemáticos o morosos: recupera tu vivienda
Datos recientes publicados por el Instituto Nacional de Estadística indican claramente la tendencia en España: el número de viviendas en propiedad disminuye y aumenta el número de viviendas en alquiler. Algo que implica un significativo incremento de las relaciones contractuales entre propietarios e inquilinos; y, lamentablemente, también de los potenciales conflictos que pueden aparecer entre estas dos figuras. El contrato en regla deja claros los derechos y obligaciones de ambas partes, pero no garantiza su cumplimiento. Por eso, a veces, tras recibir muchas excusas de un inquilino que no paga, y abordar reiterados intentos infructuosos de comunicación; no queda otra solución que acudir a la justicia para resolver la situación y recuperar la propiedad.
Buscar ayuda legal profesional
Si el caso ha llegado a este extremo la mejor opción es ponerse en manos de profesionales con experiencia en estas situaciones. Abordar un proceso de desahucio no es ni agradable ni sencillo, a menudo implica estrés y sinsabores personales que es recomendable evitar. Para esto lo más adecuado es dejar que un grupo de abogados especializados se encarguen de esta tarea, y que nos aconsejen sobre cómo recuperar la propiedad del modo más fácil y en el menor plazo posible. En
www.desahucio.abogado podemos encontrar asesoramiento para cada caso concreto, y una vía rápida de información de lo que JR Abogados puede hacer para resolver un problema como este.
Tener la orientación de expertos en estos procesos va a aumentar significativamente las posibilidades de éxito y de obtener una solución que nos permita volver a disponer de la propiedad implicada lo antes posible. No demorarse en dar los pasos adecuados para iniciar el proceso, es un factor decisivo para resolver una situación que, de otro modo, podría alargarse más de lo razonable. Por eso es crucial que abogados con años de experiencia en estos casos estudien con rapidez los pormenores del problema, y puedan establecer, de acuerdo con el propietario, el modo legal más eficaz de recuperar su propiedad en el menor plazo.
Fases de un proceso de desahucio
Un proceso de desahucio se desarrolla en varias fases, aunque la estrategia a seguir en ellas no es siempre la misma, y depende de las particularidades de cada caso. En todas estas fases será necesaria la participación de un abogado; él será quien analice los pormenores concretos y, basándose en su experiencia, podrá decidir el mejor curso de acción para el interés del propietario en cada una de las fases.
El primer paso es la demanda. Inicialmente se realiza formalmente la identificación del demandado (el inquilino, ocupante), el demandante (el propietario), el inmueble que se requiere para el desahucio y los correspondientes domicilios consignados para la localización de los implicados. Esto se documenta y con la rúbrica del abogado y el procurador y se procede a presentarlo en el juzgado.
Tras este paso inicial, y tras la admisión de la demanda por el juzgado, se inicia el procedimiento para el juicio de desahucio. El demandado recibirá una notificación con la fecha en que debe desalojar el inmueble. Si cumple con este requerimiento se terminará el problema. Si el inquilino responde a la demanda y busca su propio equipo legal para su defensa se procederá a dar inicio a las sesiones del juicio.
Terminadas las sesiones llegará la sentencia. Se emitirá por el juzgado y, de acuerdo al contrato establecido, exigirán al inquilino que se retire de la propiedad y pague el importe perteneciente al plazo hasta que la propiedad se desocupe.
El final del proceso será el desalojo. Este es el momento en que el ocupante necesariamente deber dejar la propiedad. Al tratarse de un proceso oficial harán acto de presencia una comisión que designa el juzgado y el procurador. Si se estima necesario estarán presentes como apoyo miembros de las fuerzas de seguridad del estado.
Tipos de desahucios
El tipo más común de causa de desahucio es el ya comentado por impago de la renta mensual estipulada por el contrato. Puede dar lugar a un proceso rápido si se cuenta con asesoría legal experta; se le conoce como desahucio exprés por esa razón.
Un tipo derivado de este es el desahucio por fin de contrato. Ocurre cuando el inquilino se niega a desocupar el inmueble, aunque el plazo del contrato legal ya ha terminado.
Otro tipo es el desahucio por precario, que se da en el caso de que el ocupante del inmueble no está sujeto al pago de ninguna mensualidad. Por ejemplo: en inmuebles objeto de herencia y ocupados sin el consentimiento de los coherederos, o tras un divorcio si uno de los miembros de la pareja ocupa un inmueble que es propiedad de los padres del excónyuge.
También se pueden dar casos de desahucio por ejecutar obras sin consentimiento del propietario, o por usar el piso para fines distintos al establecido, y, por supuesto, causados por comportamientos indebidos o ilegales. En estos casos podría incluso ser solicitado el desahucio por la comunidad de vecinos.