La dictadura de las grandes firmas
Que el pequeño comercio está en riesgo es una realidad cada vez más a la vista. El empresario que gestiona una tienda de barrio se encuentra sin armas para competir contra las grandes firmas que se imponen en todos los sectores.
quedado casi exclusivamente en manos de chinos y pakistaníes, desplazando por completo al pequeño comerciante nacional que ha tenido que capitular ante la pujanza de cadenas como Carrefour o Mercadona o Alcampo. El problema es que esta tendencia empieza a extenderse a otros sectores y no parece que nadie vaya a ponerle freno.
Un ejemplo son las cadenas de mecánica rápida, que han llegado a España y están comiendo terreno al taller tradicional de toda la vida.
Firmas como Comfortauto, Midas o Aurgi cuentan con grandes presupuestos que les permiten llevar a cabo agresivas campañas publicitarias y lanzar ofertas irresistibles, lo que genera en la mente del consumidor la idea de que son más baratas.
El propietario de un pequeño taller en Mérida que lleva 30 años con su negocio no puede ni soñar luchar contra estos gigantes, cuya cuota de mercado crece imparable y amenaza con dejar también a los talleres mecánicos como una curiosidad del pasado.
Si bien hay que aceptar que en cada sector haya marcas importantes que puedan copar una parte importante de las ventas, quizás habría que tomar algún tipo de medidas para proteger el pequeño comercio tradicional.
Lo contrario supondrá caer bajo la dictadura de las grandes firmas en todos los sectores, las cuales estarán en condiciones de imponernos su forma de hacer negocios ya que habrán eliminado toda la competencia.
