Sobres personalizados: marca la diferencia
En un mundo en el que las comunicaciones digitales parecen haber dado un giro de 180 grados a la forma habitual de interactuar con nuestros clientes y colaboradores, podría dar la impresión de que la correspondencia tradicional está acabada (o casi). Nada más lejos de la realidad: no solo sigue siendo imprescindible en multitud de ámbitos, sino que el hecho de presentarla de una forma más cuidada repercute positivamente en la imagen que los clientes tienen de nosotros. Por tanto, la impresión de sobres personalizados se erige como una táctica publicitaria de lo más eficaz. ¿Cómo? A continuación te lo explicamos.
Una extensión de tu imagen corporativa
Como apuntábamos anteriormente, la correspondencia tradicional está lejos de desaparecer, pues numerosos tipos de documentos aún deben entregarse y conservarse impresos. De este modo, el uso de sobres personalizados para el envío de tu correspondencia (ya se trate de facturas, notificaciones o circulares, entre otros ejemplos) permite proyectar una imagen de marca coherente y sólida de cara a los clientes y colaboradores. Cualquier pyme puede beneficiarse de su uso, ya que es un recurso que resulta muy asequible. Así pues, con una pequeña inversión, funcionarán como una vía adicional para que el vínculo que los clientes (potenciales o no) y colaboradores tienen con ella perdure y se afiance.
Complemento, que no sustituto, de la publicidad en línea
Somos conscientes de que estar presentes en Internet es más importante que nunca (si Google no te encuentra, es como si no existieras), por lo que las campañas publicitarias en la red deben recibir la atención y el mimo necesarios para su éxito. Es decir, no conviene bombardear a los clientes con nuestras ofertas, sino más bien invitarlos a conocerlas. A pesar de ello, centrar nuestra publicidad únicamente en la red nos impide explotar una vía que tradicionalmente ha funcionado muy bien y, en este caso, puede aplicarse ese dicho que afirma que «el que tuvo retuvo». La capacidad de perdurar en la mente del cliente que tiene un papel impreso no la ha alcanzado aún la publicidad en línea (y parece que está bastante lejos de hacerlo).
Por ello, debemos entender el empleo de papelería personalizada como un complemento a la publicidad en Internet. Así, podemos incluir en nuestros sobres personalizados un código QR que permita acceder a nuestra página web o perfiles de redes sociales. A su vez, nuestra presencia en línea puede recrear las imágenes que aparecen en los sobres impresos, de forma que se refuerce nuestra imagen de marca.
Sal de lo establecido
Ya indicábamos antes que el uso de papelería personalizada actúa como una extensión de nuestra identidad corporativa. Por este motivo, ¿qué mejor que salirnos de los colores y diseños habituales, y optar por imprimir sobres en colores más acordes con la personalidad de nuestra marca? Esto permite, por ejemplo, lograr que nuestra correspondencia destaque en los buzones habitualmente repletos de sobres blancos sin mucho encanto. Las posibilidades son infinitas: desde un diseño sobrio y minimalista hasta sobres en colores llamativos, pero acordes con los colores de tu logotipo. ¿Que tu empresa se caracteriza por unos valores de respeto a la naturaleza y temes que el uso de publicidad impresa menoscabe tus esfuerzos? Decántate por sobres impresos en papel reciclado.
Hoy día, es evidente que lo digital manda. Con todo, no podemos cerrarnos a una forma de publicidad tan sencilla como arraigada: los sobres personalizados aún mantienen su capacidad de atraer clientes y mejorar nuestra reputación. ¡No les des la espalda!