
5 ejemplos de emprendimiento social

El emprendimiento social es aquella iniciativa en la que los emprendedores fijan sus metas no solo en los beneficios monetarios, sino que pretenden añadir valor social a su idea de negocio.
En otras palabras, el objetivo principal de un emprendimiento social será la inclusión de determinado colectivo al trabajo o producir cosas con bajo impacto ambiental, ya que un emprendedor social busca un beneficio que abarque a la sociedad, más que generar ganancias personales o colectivas.
No son ONGs y tampoco empresas tradicionales. En nuestro país, en los últimos tres años, ha crecido el apoyo al emprendimiento social como una manera de solucionar problemas medioambientales y sociales porque se ha entendido que también es rentable.
El llevar un emprendimiento al área social pensando en colaborar a la comunidad y ayudar a más personas es una actitud de un total líder, personas que buscan el bienestar de su alrededor.
En este sentido, queremos explicarte algunos ejemplos de esta iniciativa.
1. L’olivera
Este es un emprendimiento social muy antiguo en España. En Lérida, en el pueblo de Vallbona de les Monges, existe desde 1974 esta cooperativa, que no se destaca solamente por fabricar 17 especialidades de vino o 5 de aceite de oliva, sino porque incluye a personas con discapacidades psíquicas.
Su método de fabricación es artesanal, por lo que tampoco tiene un impacto ambiental alto. Este emprendimiento emplea a más de 70 personas y cuenta con una residencia y servicio de terapia ocupacional.
2. Decedario
Víctima de Daño Cerebral Adquirido (DCA), Diana Arias, diseñadora gráfica y especialista en estrategia y creatividad, decide fundar Decedario, un innovador juego de mesa con aplicaciones terapéuticas para personas afectadas en el habla por el DCA.
El juego es una estimulación cognitiva para personas con discapacidades de lenguaje, y ha sido merecedor de varios premios y reconocimientos nacionales e internacionales desde 2017.
3. Sheedo y Hemper
Ponemos dos juntos porque ambos fueron desarrollados por la misma persona: Gloria Gubianas, emprendedora catalana cofundadora de estos emprendimientos sociales. Sheedo fabrica papel plantable.
El papel plantable es un papel reciclado al que se le agregan semillas, y tras su uso se siembra para que las semillas germinen.
Por otro lado, Hemper es una marca de moda sostenible. La ropa está hecha artesanalmente en Nepal utilizando cáñamo. Además de impulsar el desarrollo de la comunidad nepalí donde funciona, su impacto ambiental es muy bajo.
4. Ecoalf
Es una marca de moda sostenible fundada por Javier Goyeneche en 2009, uno de los emprendedores sociales más relevantes de nuestro país. Esta marca limpia y recoge los plásticos de los océanos y con ellos fabrica tejidos muy resistentes para elaborar sus productos.
Con este plástico hace calzado, maletas, gorras, camisetas, bañadores, flip flops, y una línea completa de ropa para yoga; todas las prendas son sostenibles y además dona el 10% de la colección de yoga para el proyecto de recuperación de residuos marinos.
5. CerQana
Este emprendimiento social es de un joven zaragozano que diseñó una aplicación para integrar a personas mayores y fomentar su autonomía. Alfonso Escriche, que así se llama, fue premiado en 2018 por esta aplicación en los Premios Jóvenes Emprendedores Sociales de la Universidad Europea.
La interfaz gráfica de su aplicación es muy sencilla, y permite que los adultos mayores manejen con más facilidad sus móviles. Incluye también un sistema de naturalización de frases con pictogramas.
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